El primer paso es desarrollar un boceto que situaremos sobre una fotografía del lugar en cuestión, de este modo podemos mostrar varias opciones al cliente para que escoja lo que más se acerca a sus ideas.
Una vez decidido cuál será el aspecto final, toca ponerse manos a la obra.
Es muy importante hablar con el cliente para tener claro el concepto del local (Este por ejemplo tiene un toque rústico y tradicional), por lo que nos decantamos por un rótulo en madera, realizado en tres dimensiones, al que dimos un acabado en vinilo que le aportara un toque extra de brillo y durabilidad.
Estas son imágenes de parte del proceso en nuestro taller.
Otro de los detalles del local es un cartel que se puede modificar según las promociones que se quieran incorporar (aquí estáis viendo la promoción que hacen los domingos) antes de incorporarse a la base de madera
Y aquí está el aspecto del cartel de madera, con otra de las promociones pegada en él:
Por último, este es el aspecto final del local, así quedó el rótulo de madera, y más abajo un detalle del mismo.
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